La Norma Oficial Mexicana NOM-035, implementada en 2018 y en vigor plenamente desde 2020, se presentó como un avance en la salud ocupacional en México. Su objetivo es prevenir factores de riesgo psicosocial en los centros de trabajo, buscando mejorar el bienestar y el entorno laboral de los empleados. A seis años de su lanzamiento, surgen preguntas sobre su efectividad y los desafíos en su aplicación.
La NOM-035 tiene como objetivo reducir riesgos psicosociales en el trabajo, abarcando factores como el estrés, la ansiedad, la depresión y el insomnio. Esta normativa exige a las empresas identificar, evaluar y mitigar situaciones laborales que puedan deteriorar la salud mental de los empleados. Se enfoca en promover entornos de trabajo saludables, prevenir acoso y violencia laboral, y fomentar la conciliación entre vida laboral y personal.
Desde su implementación, la NOM-035 ha tenido un cumplimiento parcial. Si bien la conciencia sobre la salud mental ha aumentado, las políticas y acciones correctivas aún presentan deficiencias. La primera fase, que requería identificar los riesgos, comenzó en 2019, mientras que la segunda fase, que demandaba la adopción de planes de prevención, entró en vigor en 2020. Sin embargo, en la práctica, muchos centros de trabajo siguen luchando por establecer estrategias efectivas de gestión del riesgo.
La falta de capacitación adecuada y de sistemas de gestión ha sido uno de los principales obstáculos, con muchas empresas enfocándose más en soluciones superficiales de bienestar, como programas de meditación o yoga, sin abordar las causas subyacentes de los riesgos psicosociales. Esto ha llevado a que la norma se perciba más como una exigencia regulatoria que como una herramienta para mejorar el clima laboral.
Aunque la norma ha logrado que las empresas sean más conscientes de los factores psicosociales, aún se reportan altos niveles de estrés, jornadas laborales extensas y cargas de trabajo excesivas en gran parte del país. Se estima que el estrés laboral en México genera pérdidas económicas anuales significativas, además de afectar directamente la calidad de vida de los empleados.
Estudios recientes muestran que alrededor del 43% de los trabajadores en México enfrentan jornadas laborales excesivas y un 40% soporta cargas de trabajo elevadas, lo que evidencia una aplicación inadecuada de la NOM-035. Por otro lado, la pandemia de COVID-19 complicó aún más la implementación de la norma, incrementando los niveles de ansiedad y estrés en los empleados.
Para que la NOM-035 tenga un impacto real, las empresas deben ir más allá de cumplir con la normativa y centrarse en el cambio organizacional. Algunas recomendaciones incluyen:
La NOM-035 es una herramienta valiosa, pero su efectividad depende de una implementación adecuada y de un enfoque más integral por parte de las empresas. La clave está en adoptar un enfoque proactivo, promoviendo entornos de trabajo saludables y generando una cultura organizacional que valore el bienestar mental de los empleados.