Como freelance, se tienen muchos retos, desde estructurar los servicios, hasta los horarios, adquisición de equipo, llevar nuestras responsabilidades fiscales… una pila de consideraciones que bien podrían intimidarnos para dar el salto a esa nueva vida al no saber por dónde comenzar. Sea que estés planeando entrar en ese camino o ya te hayas aventurado en él, te dejamos estos tres puntos para asegurarte de desempeñarte de la mejor forma posible.
Toma tiempo. Evalúa cuánto tiempo te toma realizar un trabajo, o los diferentes trabajos que ofrezcas.
Identifica tu ritmo de trabajo. Una vez calculado el tiempo que te toma realizar cada trabajo, estima cuántos de ellos puedes llevar al mes.
Dependiendo el tipo de servicios que ofrezcas, ten en cuenta que algunos requieren la revisión de tus clientes, lo que conlleva un tiempo adicional para dar la labor por concluida completamente
Costo de tu trabajo. Para definirlo, se ha de ha de echar un vistazo a tu vida personal, pues tus ganancias no deben ser únicamente para cubrir los gastos operativos, por ende, comienza a ser un presupuesto de tus gastos personales; tomar este hábito de registro con anticipación agilizará tu trayecto a la vida freelance en el tema de presupuestos.
De acuerdo al tipo de labor que desempeñes, considera si es más factible cobrar por hora o por obra realizada.
Da un valor a tu tiempo, a la inversión que has realizado para adquirir el equipo para la realización de tu trabajo, y a la inversión que has hecho en ti para poder desempeñar dicha labor y como adicional, no olvides que ser freelance no tiene qué ligarse a “vivir al día”, considera un porcentaje de tus ingresos para hacer un ahorro de emergencias.
El desempeñarte sin estar sujeto a horarios y tareas concretas puede desvanecer la barrera entre tu vida profesional y tu vida personal. Recuerda que no todo en la vida se reduce a trabajar, cuida de mantener horarios específicos para no poner en riesgo tu salud física y mental.